¿Alguna vez te has preguntado qué es la felicidad?
De repente todo se vuelve tan simple que asusta. Perdemos las necesidades, se reduce el equipaje. Las opiniones de los demás, realmente son de los demás, incluso si son sobre nosotros; nos dejan de importar.
Abandonamos las certezas porque ya no estamos seguros de nada. Y no nos hace falta. Vivimos de acuerdo con lo que sentimos, dejamos de juzgar, porque ya no hay bien ni mal, sino más bien la vida que eligió cada uno.
Finalmente entendemos que todo lo que importa es tener paz y tranquilidad, es vivir sin miedo (o incluso con miedo reinventado y convertido en amigo, en fuerza motriz).
«El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona»
Aristóteles
Lo que de verdad importa, es hacer hacer lo que nos alegra el corazón en este instante presente.
Cuando descubrimos todo eso es cuando llega la satisfacción plena. La verdadera felicidad.
¿Y si de repente te das cuenta que la verdadera felicidad es el camino?
Este momento, este instante es perfecto para ti. La felicidad es una forma de expresarse, se ser, de vivir. La felicidad está en tus manos, en este preciso momento.