Cuando dedico tiempo a algo o a alguien, estoy dando amor. Y cuando recibo el tiempo de alguien, estoy recibiendo amor.

La pareja es un gran encuentro de purificación y de crecimiento. Existen muchas formas de amar.

Los conflictos que surgen día a día nos pueden mostrar un desorden sistémico. Afrontarlos, hablarlos y mirarlos es un gran muestra de amor.

Agradecer cada instante, cada palabra, cada mirada y detener el tiempo. El amor perdura por encima del tiempo y del espacio.

El amor que nos unió y nos hizo crecer.

No tener pareja, parejas difíciles, parejas compartidas. Dificultades de comunicación, no estar disponible… algunas los efectos que en su origen inconsciente nos muestran desórdenes sistémicos. Abordaremos estos y otros temas relacionados para mejoras la comunicación, a intimidad a través de una mirada apreciativa y amorosa.

¿Te apuntas a esta gran aventura?. Recordar y recordar(se).

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